Recorrido al descubrimiento de Pellegrino Artusi, el ilustre gastrónomo que con su manual unió por primera vez a Italia en la mesa.
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Duración de la visita: 2 horas.
Etapa n. 1 - La casa de Pellegrino Artusi (Piazza Garibaldi)
La familia de Pellegrino Artusi tenía su casa en la plaza principal, con las ventanas que daban hacia el monumento principal de la ciudad: la fortaleza. Un pequeño pórtico con dos arcos en la parte inferior y, encima, un cuerpo elegante y esbelto que se distingía de alineación de los edificios adyacentes. Al lado, estaba la tienda de la familia – como escribe Artusi, una especie de “mezcolanza” donde se vendía “un poco de todo”: ovillos de algodón, chocolate, cola, jabón, cera, aceite de oliva, azúcar, café, pimienta, nuez moscada, canela y, también tierras minerales, clavos, vidrio, plomo… Lamentablemente, la casa donde Pellegrino nació el 4 de agosto 1820, único varón de los trece hijos de Agostino Artusi y Teresa Giunchi, ya no existe: en 1961, cuando la Proloco local celebraba el quincuagésimo aniversario de la muerte del grande gastrónomo, fue demolida y reemplazada por un edificio anónimo destinado para tiendas, oficinas y apartamentos. Sólo queda una placa para perpetuar su memoria:
04/08/1820 – 30/03/1911. PELLEGRINO ARTUSI, INTRODUCIENDO LA CIENCIA EN LA COCINA CON LAS GRACIAS DE LA BELLA ESCRITURA ENNOBLECIÓ EL ARTE DE COMER BIEN DE SI MISMO Y DE LA HUMANIDAD PROBANDO A LOS POBRES EN VIDA Y EN LA MUERTE BENEMÉRITO.
Los habitantes de Forlimpópoli, 14 de septiembre de 1961.
Etapa n° 2 - Teatro Verdi (Piazza Fratti, 7-8)
En la noche del 25 de enero de 1851, el teatro de Forlimpópoli fue testigo de una de las acciones más famosas de la banda del bandido Stefano Pelloni, llamado “il Passatore”. Durante el intermedio de una obra de teatro, unos quince bandidos subieron al escenario y, a la abertura del telón, se aparecieron ante los nobles y burgueses de la platea: llamados uno a uno, éstos fueron despojados de todo lo que tenían y, en los casos en que el botín no se consideró suficiente, acompañados a sus propias casa para agarrar todo lo valioso. Entre las familias asaltadas esa noche trágica, estaba también la de Pellegrino Artusi, cuya hermana, que se había refugiado aterrorizada en el techo, fue violada.
Dentro del teatro, una placa de Olindo Guerrini recuerda aún el trágico acontecimiento, que fue seguido por la decisión de la familia Artusi de vender la casa y la tienda de Forlimpópoli para trasladarse a Florencia. El teatro en el que il Passatore realizó su acción tristemente más notoria, fue inaugurado en 1830 y se colocaba en el salón de honor de la fortaleza, contiguo a la sede del Ayuntamiento: en él se llevaban a cabo las actividades locales de l’Accademia degli Infiammati y se realizaban las temporadas anuales de música y de prosa. Según un proyecto del arquitecto de Bertinoro Giacomo Fabbri, la sala de teatro fue ampliada y reorganizada de manera más “moderna” a partir de 1878, asumiendo en la reapertura en 1882, la clásica forma de herradura y enriquecida por dos filas de galerías sostenidas por finas columnas de hierro fundido. Dedicado a Giuseppe Verdi, el pequeño teatro de Forlimpópoli fue totalmente restaurado y, en 1982, cien años después de su primera inauguración, devuelto a la comunidad en toda el encanto del siglo XIX.