Iglesia de San Nicolás
El primer testimonio de la existencia de una iglesia dedicada a San Nicolás de Bari en Forlimpópoli, se remonta a 1226. Probablemente destruido en 1361, el edificio fue reconstruido en 1522 por voluntad de Brunoro Zampeschi II, señor de la ciudad. Tras su muerte, la iglesia pasó en propiedad a su esposa, Battistina Zampeschi y, luego, a los príncipes Savelli de Roma. En 1679 la iglesia y el hospital contiguo fueron cedidos a la Cofradía de la Buena Muerte, también conocida como de i Battuti Neri, que estableció aquí su sede. Entre 1749 y 1751, los maestros Carlo Panzacchi de Ravenna y Tommaso Righini de Forlimpópoli realizaron la construcción de la hermosa cúpula y efectuaron obras de restauración y de adorno del oratorio; al pintor de Forlì Antonio Fanzaresi (1700-1772), en cambio, fue encomendado el retablo que representa la Virgen en gloria con San Rufillo y Santa Caterina que hoy se conserva en la colección municipal. A principios del siglo XX, la iglesia, abandonada y en la que ya no se oficiaba, fue utilizada como almacén y, en 1919, definitivamente cedida a particulares.